
La nueva Ley Marco de Ciberseguridad exige cumplimiento a los operadores esenciales en las áreas de energía, telecomunicaciones, salud, banca, servicios públicos, entre otros, pero también aterriza con fuerza en todo el ecosistema que los soporta: proveedores tecnológicos, empresas de software, servicios cloud, hosting, plataformas SaaS, consultoras TI, MSP, outsourcing y cualquiera que toque su infraestructura o datos.
Esto significa que si prestas servicios a compañías críticas, la ley también te pide cumplir.
Porque la norma entiende algo básico: Si un proveedor forma parte de la infraestructura, los datos o las operaciones de un Operador de Importancia Vital (OIV) o una entidad crítica, automáticamente pasa a ser un eslabón dentro de una cadena digital esencial.
Y como en toda cadena, un eslabón débil basta para comprometer al resto. En simple: La seguridad del proveedor impacta directamente en la continuidad, disponibilidad y resiliencia del servicio final.
De hecho, cada vez más licitaciones, públicas y privadas, están exigiendo certificaciones, controles y evidencias de ciberseguridad para adjudicar contratos. Esto ya es el nuevo estándar para trabajar con OIV.
Si trabajas con clientes que son esenciales o críticos, te va a tocar cumplir con requisitos como:
Ser ciberseguro ya no es un diferencial que te destaca de la competencia. Es hoy un requisito para competir, especialmente si trabajas con sectores regulados. Si eres proveedor en áreas como bases de datos, cloud, infraestructura, seguridad, desarrollo o servicios gestionados, este marco regulatorio te involucra y significará:
Alinearte con estándares como ISO 27001 te convierte en un proveedor más confiable y competitivo. En un mercado donde todos prometen seguridad, poder demostrarla con anticipación te diferencia.
Toma esta regulación como un empujón estratégico: